Crespo y Viñas (1984) afirman que en la conservación de documentos se distinguen dos áreas bien diferenciadas y complementarias. La primera abarca todas las medidas tendentes a evitar el deterioro de estos documentos, es lo que damos en llamar medidas preventivas o de preservación; la otra se refiere al tratamiento directo de los documentos afectados por cualquier tipo de degradación o deterioro. Estas constituyen las medidas curativas o restauración.

Toda política responsable de conservación pretende la existencia eficaz de las medidas preventivas a fin de reducir al mínimo la necesidad de la puesta en marcha de las tareas de restauración. Así, los autores sostienen que “el universal aforismo referido a la salud humana de que "más vale prevenir que curar" es de absoluta validez para la conservación de este patrimonio” (p. 9).

No existen dudas que en la correcta aplicación de unas y otras juega un papel primordial el conocimiento preciso de las características materiales y estructurales del soporte (papel, cinta, electrónico, etc.), de los elementos gráficos en él sustentados (tintas, metadatos) y de su evolución a través de los tiempos.

Asimismo, resulta importante la descripción que se realice de las causas y efectos que provocan el deterioro de este material y que, de hecho, pueden darse por el mal uso de los mismos o por el medio ambiente en que se instalan los documentos.

Se ha comprobado que el mayor depredador de la documentación es el hombre, sobre todo en la etapa de tramitación de la documentación. Esto se debe a la escasa atención que prestamos a los documentos en lo que respecta a su preservación; por ejemplo, tener la precaución de no fumar, comer o beber mientras manipulamos la documentación constituye una forma de preservación que pocas veces tomamos en consideración.

La aplicación indiscriminada de clips metálicos, bandas elásticas o simplemente la sobresaturación de cajas y el armado de “paquetes” atados con hilo, aseguran el deterioro y la destrucción de los documentos a corto plazo.

En cuanto al medioambiente, éste también deberá respetar determinados criterios para asegurar la preservación de los documentos en los archivos. Sobre este punto profundizaremos en la siguiente unidad, porque ahora le proponemos realizar un último alto en el camino.

 

Alto en el camino

Segunda parada: Para observar y compartir

Llegados a este punto, le proponemos observar el siguiente vídeo del Archivo Histórico de Medellín, que muestra el deterioro de los documentos y el proceso de restauración de los mismos.

Luego, le pedimos que observe en la documentación que tramita diariamente y en su entorno, las posibles causales de deterioro en los mencionados.

Finalmente, deberá compartir sus impresiones en el foro de trabajo habilitado a tal fin.

Archivo Histórico de Medellín. (2014). Restauración y conservación documental, Archivo Histórico de Medellín.