Los archivos: su relación con la investigación y la historia
El cambio mencionado en la página precedente de esta sección, acerca de una nueva valoración del documento en función del conocimiento, opera en relación con los requerimientos de la historia, ya que ésta se interesa por la documentación original que contienen los archivos. Es por esta necesidad de acceder fácilmente a los documentos originales que éstos fueron organizados considerando principalmente su accesibilidad con el fin de prestar servicios a la investigación histórica.
Dicha innovación estuvo influenciada por criterios bibliotecarios, ya sean sistemáticos o por materias, dependiendo de los intereses de la investigación de turno. Tal proceso, eventualmente, generó la desintegración de los fondos documentales o su desnaturalización. A pesar de los diferentes caminos y objetivos, sin embargo, la archivología se enriqueció en su desarrollo, lo que se materializó en un cuerpo doctrinal fehacientemente documentado que cimentó la bibliografía desarrollada con posterioridad.
En este sentido, no se produjeron cambios sustanciales en el contenido teórico, sino más bien en el ámbito de la praxis archivística, que avanzó de un modo perdurable y firme centrando su atención en la descripción documental. De esta manera, a finales del siglo XVI y durante los siglos XVII y XVIII, aparecieron tratadistas que ponen su interés en el documento y en el archivo desde distintas perspectivas. Se puede afirmar que, en este período, se promueve el interés cabal con respecto al archivo enfatizando, principalmente, su esencia jurídica y sus fondos.
Posteriormente, desde la Revolución Francesa hasta mediados del siglo XIX, en la archivología se genera una transición que concluirá con la división de los archivos en dos categorías:
- • Históricos al servicio de la cultura y la investigación.
- • Administrativos que responden a la gestión documental.
Paulatinamente, en la esfera de las ciencias de la documentación, la archivística se fue inscribiendo como disciplina por dos motivos: por un lado, existía una necesidad de reunir los documentos en los desaparecidos archivos al servicio de la investigación y la cultura; por otra parte, se hizo indispensable organizar un sistema global de organización de dichos fondos documentales considerando sus propias características.
En cuanto a la concentración documental, el recurso utilizado fue el establecimiento de grandes depósitos de documentos en los que se instalarían los fondos provenientes de las instituciones centrales estatales y un sistema de archivos que reuniera los fondos de entidades tanto zonales como provinciales y siguiera sustentando los archivos del Estado que ya estaban en funcionamiento. Se trataba, en estos nuevos archivos, de conservar la documentación pública teniendo como base el Principio de Respeto por los Fondos, es decir, teniendo en cuenta su procedencia.
Sustancialmente, la archivística avanza estableciendo su propio ámbito y diferenciándolo de manera concreta de otros con la formulación del Principio de Procedencia o Respeto a los Fondos, previamente mencionado, fundamento de la archivística teórico-práctica. Dicho postulado, como hemos podido explicar ya a grandes rasgos, consiste en conservar agrupados los fondos sin fusionarlos con otros documentos generados por otra administración, institución, persona natural o moral determinadas.
Toda institución elabora naturalmente su propio fondo en el desarrollo de sus actividades, motivo por el cual es ineludible consignar al productor, su naturaleza, estructura y tipo de actividad. Así también puede establecerse la concepción del fondo, según su estructura interna y el modo en que se generan los documentos considerando las funciones del ente productor. Para esto es imperioso conocer el origen, la evolución histórica y la forma en que se realizan los procedimientos administrativos, lo cual conlleva otro principio de esta ciencia, el Principio de Respeto al Orden Original, a partir del cual se sostiene que no debe alterarse la organización dada al fondo por la unidad productora, cualquiera que ésta sea.